miércoles, 15 de julio de 2015

DONDE SE MENCIONA A LOS ROMANCEROS EN LA WEB- AQUELLOS DICIEMBRES

AQUELLOS DICIEMBRES
En los 40 aparecen artistas como Mirtha Silva y Carmen Pernett, quienes incluyeron en su repertorio el tema de mayor consagración decembrina y que poco recordamos, cuyo compositor es Eduardo Lemaitre. Sebastián rómpete el cuero/ si pretendes la muchacha,/ que una casa no se arregla/ con tripas de cucaracha .
Pero indiscutiblemente el primer tema guapachoso y decembrino, vino grabado desde México, cantado por una pareja, que se denominaba Pepe y Chabela. Este tema se llama 24 de diciembre, y su creador fue el mono González, un antioqueño que cantó en la Voz de Antioquia y se hacía acompañar por un trío. Quien vino a rescatar esta composición del anonimato y la puso en tiempo de porro, fue el hombre del Carmen de Bolívar, con la incomparable Matilde Díaz. También debemos recordar que por aquellos años se bailaba con las notas los picó o los llamados escaparates bulliciosos que hoy existen. Pero tuvo que pasar mucha agua bajo el puente, para que estas conquistaran el interior. Por esos mismos 40 en Bogotá, Emilio Sierra es el conductor y líder del nuevo ritmo, al imponer Vivan los novios, todo un éxito para diciembre. Tanto la orquesta del Caribe y A Número 1, como la Estudiantina Alma Colombiana dirigida por el bogotano Antonio Silva Gómez, se peleaban la representación y se disputaban el mercado; con lo que sin temor a equivocarnos es el inicio de la manifestación urbana de la música colombiana.
El trabajo artístico desarrollado por Bermúdez es de mucho éxito en tierras argentinas; allá también llegaron a triunfar, entre otros compatriotas, Gustavo Fortich (se dice que había grabado los primeros vallenatos), el chocoano Roberto Valencia, el paisa Jorge Monsalve y Bob Toledo. En verdad, aquellos diciembres se llenaron de vida y regocijo. Me duele aquí; Borrachera, Nochebuena y los inolvidables Farrel, Clavell y Alvarez, para finiquitar con Caprichito, tema que lanzara al estrellato definitivo a Matilde Díaz, esta versión hoy en día goza de una impecable ejecución realizada por Juan Carlos Coronel.
Exitos de fin de año El gran Luis Carlos Meyer conquistó a México con nuestros aires tropicales, y nada menos con el Gallo tuerto; un porro que Milciades Garavito firma y que lo vocalizó José Barros, pero posteriormente se le atribuye la citada composición al maestro Barros. Tony Camargo es quien le da vida al Año viejo, que ha convivido por toda una eternidad en la mente del pueblo colombiano. Es el aire musical que se escucha por esta época, su autor es Cresencio Salcedo: Yo no olvido el año viejo/ porque me ha dejado cosas muy buenas,/ me dejó una chiva, una burra negra...
Compae mochila , como amigablemente le decían sus allegados, porque nunca dejó la mochila guajira, también compuso temas como Mi cafetal, etc. Un personaje del folclor colombiano murió como mueren todos nuestros juglares y creadores, pobre y arruinado. Vivió de vender flautas, como también lo despojaron de temas de su autoría como La múcura, El alazán.
Hoy seguimos recordando una voz, una guitarra, un tono nasal, y una forma tan peculiar para cantar. Me refiero más concretamente al gran Guillermo Buitrago, este artista que implanta la música vallenata en guitarra para el interior del país y para la tierra de Francisco el Hombre . Nacido en Ciénaga, falleció a los 29 años a raíz de su alcoholismo y de la tuberculosos que padeció durante sus últimos años; no pudo ni siquiera disfrutar de sus maravillosos éxitos musicales. Comenzó dando a conocer sus melodías en emisoras de Barranquilla, los temas que lo consagraron se interpretaron únicamente con guitarra; pero se recuerdan canciones como el Bachiller y El ermitaño, los cuales tuvieron acompañamiento de acordeón. A Buitrago se le da la autoría de todas sus composiciones, pero se cree que muchos se recolectaron en la provincia o son de extracción popular o folclórica. Todavía lo que se escucha en todos los diciembres: La víspera de año nuevo/ estando la noche serena/ mi familia está de duelo/ y yo gozando a mi morena./ Ron de vinola, Grito vagabundo y muchos otros temas que no pasan de moda, y siguen vigentes en el colectivo popular y en otros sectores de clases. Esta grandeza para el folclor y para el mismo Buitrago, resultó truncada por su desaparición tan prematura y la realidad fue que no pudo conocer esa trascendencia inmensa.
Por eso nuestra música es tan inmensa, si no recordemos a Lucho Bermúdez con Matilde Díaz, al trío Los Romanceros, Amparito Jiménez, la que cantaba Cuando me aprietan bailando yo me siento sofocá , José Barros, Gabriel Romero, Cresencio Salcedo, Lita Nelson, cantando Palobonito. Guillermo Buitrago con Angel Fontanilla y el mocho rubio. Luis Carlos Meyer El Negro , uno de los pioneros del porro costeño y el primer intérprete de El amor amor, Pacho Galán con su Ay cosita linda , Edmundo Arias el difusor de gaitas tan conocidas como Ligia, Diciembre azul, Adolfo Echavarría y por qué no mencionar a ese gran músico Pedro Laza y sus pelayeros, la Sonora Cordobesa con su cantante estrella el Indio Chávez. Aquí también hay que recordar a Ariza y su combo, Rodolfo Aicardy y los Hispanos, Gustavo Quintero y sus Graduados. Merecen un punto aparte y un tratamiento muy especial los internacionales Corraleros de Majagual.
Publicación eltiempo.com
Fecha de publicación 10 de diciembre de 1995
Autor ARMINIO MESTRA OSORIO



DONDE SE MENCIONA A LOS ROMANCEROS EN LA WEB- BOLEROS

BOLERO, LERO, LERO
Nacido en la voz de un juglar cubano de Santiago, donde todos los habitantes anclan en la trova, oído de sinsonte, el bolero latinoamericano viene de Pepe Sánchez, como bien lo enseñó Hernán Restrepo. La fecha pudo ser alrededor de 1896 para luego meterse en las ciudades y crecer hasta desplazar al tango en la década de transición 1940-1950. El Trío Matamoros tomó algunos boleros para su repertorio. Siguieron las voces de Elena Burke, Rita Montaner o de aquel caminante olvidado que se llamó Gilberto Urquiza. Cumbres en la composición: Lecuona, Gonzalo Roig o Portillo de la Luz. Los mexicanos lo expandieron por América Latina y le pusieron un alto toque femenino. Corría el tiempo de la radio y los discos que les dieron un vuelco a las veladas fatigosas de las familias congregadas alrededor del comedor y los rosarios.
Nacido en la voz de un juglar cubano de Santiago, donde todos los habitantes anclan en la trova, oído de sinsonte, el bolero latinoamericano viene de Pepe Sánchez, como bien lo enseñó Hernán Restrepo. La fecha pudo ser alrededor de 1896 para luego meterse en las ciudades y crecer hasta desplazar al tango en la década de transición 1940-1950. El Trío Matamoros tomó algunos boleros para su repertorio. Siguieron las voces de Elena Burke, Rita Montaner o de aquel caminante olvidado que se llamó Gilberto Urquiza. Cumbres en la composición: Lecuona, Gonzalo Roig o Portillo de la Luz. Los mexicanos lo expandieron por América Latina y le pusieron un alto toque femenino. Corría el tiempo de la radio y los discos que les dieron un vuelco a las veladas fatigosas de las familias congregadas alrededor del comedor y los rosarios.
Durante muchos años, el bolero anduvo de la mano con orquestas donde los instrumentos eran de verdad y no electrónicos, orquestas de músicos y no de instrumentos virtualizados. Con esas orquestas cantaron Toña La Negra, Olga Gillot, Elvira Ríos, María Luisa Landín y la desgajada voz de María Victoria, exuberante, sensual. También lo hicieron Pedro Vargas, Beny Moré y Fernando Fernández. Hasta un bolero ranchero se coló en el cine y aparece Pedro Infante. Sería Agustín Lara el más reconocido compositor, intérprete original de boleros sentidos. Sin embargo, los tríos inmortalizaron el bolero al incorporarlo a la serenata. Quién no guarda en su recuerdo las voces de Los Panchos, Los Diamantes, Los Tres Reyes y el legendario punteo del requinto? El Trío San Juan de Puerto Rico, donde brillaron los compositores Rafael Hernández o el cuarteto de Pedro Flores. Con razón musical allí surgieron Daniel Santos, Charlie Figueroa, Tito Rodríguez. Y el Trío Vegabajeño.
El bolero inundó toda la cuenca caribe y se fue hasta el sur. En Argentina descubriría a Leo Marini. En Brasil a Miltinho y Aldemar Dutra. En Venezuela, Sadel y Eduardo Lanz. Julio Jaramillo del Ecuador nos haría suspirar. Colombia, con la calidad de Matilde Díaz en Te busco, y Fantasía Tropical de Lucho Bermúdez. Rafael Mejía, recién desaparecido, produjo Mientras me quiera tú. Carlos Julio Ramírez dejó en alto distintos boleros y el Trío Los Romanceros prendió en las ventanas muchos pentagramas. Evocación, de Edmundo Arias, sigue dándole al corazón en la voz de Carlos Arturo.
Pero, qué es el bolero que después de más de cien años sigue persiguiéndonos en nombre de las agonías del amor? Su territorio cobija los apasionados besos, la colegiala que camina, la despedida del amante que parte, olvido, celos y desamor. El bolero incursiona en los escenarios de los afectos, de los cariños turbulentos o simples. No lo encontraremos nunca en las canchas de fútbol, ni en las historia del cafetín, ni en el abrazo de los amigos y las patotas. El bolero es el rey del corazón henchido, del susurro al oído que baila en una baldosa. Es el sentimiento prendido de una guitarra arisca en una noche trasparente. Está hecho de dulce y de hiel, de versitos de maní, de quédate amor mío que es domingo y llueve en la madrugada.
La decadencia popular del bolero después de los sesenta tiene explicación en dos fenómenos. En primer lugar, la llegada de la canción social, fruto de un entorno político de la izquierda radical, que negaba la música nacional y la literatura por tener ideología burguesa y que explotaron económicamente cancionistas como Mercedes Sosa, Ana y Jaime, Víctor Jara, Violeta Parra, Piero. Y el segundo es la invasión de la música norteamericana, particularmente el rock, mediante los circuitos comerciales de las firmas transnacionales del disco. Ambos fenómenos, de signo políticamente contrario, enterraron el bolero. Entierro concurrente con el bambuco, el tango, el vals peruano y los demás hermanos latinos.
No hay posibilidad de resurrección. Lo que se oye por ahí es la balada, desvaída y casi arrítmica, triste despojo de lo que algún día fue. Brindemos con agua fresca por bongoes, maracas, requinto y los pechos invulnerables a la silicona de la mestiza María Victoria.
Publicación eltiempo.com
Fecha de publicación 14 de septiembre de 2003
Autor Jaime Jaramillo Panesso


DONDE SE MENCIONA A LOS ROMANCEROS EN LA WEB- VOCES Y GUITARRAS EN LA NOCHE

VOCES Y GUITARRAS DE LA NOCHE
Tres jóvenes costeños de pantalón blanco y camisa de color, pelo crespo y largo, al estilo de Pedro el escamoso y acordeón se abalanzan contra un carro conducido por un hombre ebrio e intentan desplazar con el cuerpo a un señor cachaco, que con su guitarra también ofrece sus servicios.
Tres jóvenes costeños de pantalón blanco y camisa de color, pelo crespo y largo, al estilo de Pedro el escamoso y acordeón se abalanzan contra un carro conducido por un hombre ebrio e intentan desplazar con el cuerpo a un señor cachaco, que con su guitarra también ofrece sus servicios.
La escena transcurre en la esquina de la calle San Juan con La 70. Jorge del Mar, el serenatero que casi tumban, se disputa una oportunidad para dar a conocer su arte y negociar el precio.
Por una hora cobramos 80 ó 100 mil pesos, y por una serenata de cinco canciones pedimos 80 mil. Pero el cliente casi siempre viene con 60 mil y a veces ofrecen 40 ó 30 mil aprovechándose de la necesidad y la angustia con que le caemos al carro , cuenta del Mar, quien a sus 65 años le ha dedicado 30 al oficio.
Arreglando linderos.
...Que un hombre que te quiera como yo, no hallarás en tu camino... tú para mí, yo para ti... , entona del Mar afinando su voz, mientras comenta que esta canción, Bendición celestial de Los Romanceros, es la más apropiada para despedida de solteros. Pero los temas que más piden los enamorados son: Cosas como tú, Chacha linda, Canción del alma, El camino de la vida (convertida hoy en un himno) y A unos ojos.
Aunque no faltan las mujeres emparrandadas que le llevan serenata al novio o a la novia,  del Mar cuenta que la mayoría de veces son los novios y a veces, los maridos románticos que no olvidan su noviazgo,  los que solicitan sus servicios.
A los serenateros  los llaman arregla linderos por su efecto en los hogares, pues cuando el hombre está caído con su esposa le lleva una serenata con la canción de cabecera para reconciliaciones: Perdón.
Rara vez la homenajeada no sale a recibir la serenata, pero a veces se presentan situaciones embarazosas como una ocasión cuando terminaban de tocar y llegó el otro también con serenata, o la vez en que la novia llegó a la casa con el otro .
Ary Burbano, jefe de relaciones públicas del Centro Artístico Musical Cooperativo, creado en 1964, que alberga a 30 tríos y cinco duetos, lleva como serenatero 45 de sus 75 años.
El recuerda que a mediados de la década de los años 90 desde el obrero hasta el empleado de banco llevaba serenatas. Eran tiempos en los que se conseguían hasta dos contratos en una noche. Hoy, si mucho obtienen uno a la semana.
“Esto no sirve pa vivir”. “Lo que se gana en un día es pa sostenerse en la semana”. “A veces pasan hasta 15 días sin trabajar” , expresa Del Mar.
Además, hace seis meses la situación se puso peor con la competencia de los grupos vallenatos.
En la única ocasión que se desquitan es en el Día de la Madre, cuando se pueden hacer entre 200 y 500 mil pesos.
Merenderos no, serenateros.
No somos merenderos, pues ellos eran los que hace 50 años, en los pueblos, les decían a sus vecinos que compraran la comida y el trago que ellos cantaban , aclara Albeiro Palacio, otro serenatero, de 46 años, que hace 15 se dedica a este oficio.
Recalca además, que existe mucho compañerismo entre los serenateros, pues si los dúos o tríos no están completos, con los que haya improvisan otro grupo.
Por su parte, del Mar confiesa que lo que menos le gusta de su oficio son los peligros a los que los exponen los borrachos que arrancan en sus carros con los serenateros.
Como el día en que un médico contrató un trío y de la borrachera se llevó la baranda del puente de San Juan. El carro cayó a la autopista, y murieron uno de los músicos y el médico.
Siempre nos tomamos unos traguitos, pero controlados. Cuando venimos de una serenata ya prendidos, a veces rematamos en las casetas de La 70. Por eso este oficio es muy bohemio, porque es muy escaso el que no bebe, dice del Mar.
Así transcurre la vida de estos noctámbulos, cuya jornada laboral empieza cuando cae la tarde y se extiende hasta las 5:00 de la mañana, hora en que pasa el primer bus para regresar a sus casas y dormir hasta las 2:00 de la tarde cuando se levantan a ensayar dos horas antes de salir de nuevo a ganarse la vida.
FOTO/Julio César Herrera EL TIEMPO.
1- Mientras llegan los clientes,  los serenateros del Centro Artístico Musical Cooperativo ensayaban las melodías que interpretan para los enamorados.
2- Albeiro Palacio y Jorge del Mar piratean con otro de los tantos serenateros que se reúnen cada noche en la calle San Juan con la 70.

Publicación  El Tiempo.com

domingo, 5 de julio de 2015

DONDE SE MENCIONA A LOS ROMANCEROS EN INTERNET- JAIME R. ECHAVARRIA

                                 HOMENAJE A JAIME R. ECHAVARRÍA
El próximo viernes, la música colombiana tiene una cita en Cali, con el homenaje que se le rendirá al compositor e intérprete Jaime R. Echavarría.
El homenaje se lo rendirá la Asociación para la Promoción de las Artes (Proartes) por sus 50 años de continua actividad musical como compositor e intérprete.
En el marco de los viernes de Proartes, espacio donde se presentan los grupos y eventos más importantes del folclor nacional, se podrán escuchar algunos de los temas que ha inmortalizado Echavarría.
Que e tienes tú, Me estás haciendo falta, noches de Cartagena, la bien amada y serenata de amor entre otras; que serán interpretados por el mismo Echavarría y la solista invitada María Isabel Saavedra.
El maestro Jaime Rudesindo Echavarría Villegas nació en Medellín en 1923, realizó estudios en el colegio Ateneo Antioqueño y en el Colegio San Ignacio. Su carrera universitaria se orientó por el lado de la nomenclatura y las reacciones químicas. Se graduó en Ingeniería Química.
Aunque nunca estudió música, esta empezó a manifestarse en su trabajo, durante sus labores en diferentes empresas de la nación, Echavarría sacaba tiempo para las notas, los bemoles y la composición.
De esta actividad que nació como un pasatiempo, salieron las musas para temas tan conocidos tanto a nivel nacional como internacional con temas que han salido de voces de agrupaciones como Los Romanceros, El Trío Amerindio, Garzón y Collazos, Los Embajadores, Helenita Vargas, María Dolores Pradera y María Isabel Saavedra.
Además de componer, el maestro es actualmente el gerente de la Asociación Colombiana de Intérpretes y Productores Fonográficos (Acimpro).
Música para recordar, música de nostalgia se podrá escuchar en Cali, música madura de esa que pone a pensar o a soñar en el ser amado será el plato para los románticos el viernes a las 7:30 de la noche.
Publicación eltiempo.com
Fecha de publicación 21 de febrero de 1996
Autor NULLVALUE