Prohibido el despecho
Los
Romanceros tenían por norma que nunca cantarían canciones de despecho o
insultantes contra la mujer. Y así lo cumplieron. Cuando salía una canción
nueva, Jorge Valle estudiaba bien la letra, y si encontraba que se ajustaba a
esa norma, la cantarían si se las pedían; en caso contrario, no lo harían por
ningún motivo. Si alguien insistía en que le tocaran una canción de despecho,
Alberto González que era quien lidiaba directamente con los clientes, terminaba
recomendándoles otro conjunto que sí pudiera hacerlo.
A
pesar de todo, cierta noche, no le fue tan bien al trío cuando estaban dándole
una serenata a una amiga de Alfonso Mora de la Hoz. Una serenata completamente
normal, hasta que se le reventó un par de cuerdas a la guitarra de Jorge Valle.
Mientras éste las reemplazaba, Alfonso Mora tomó las maracas que Alberto tocaba
y se puso a interpretar una canción de despecho bastante fuerte que estaba de
moda en esos días, titulada “Hipócrita”.
Al poco rato salió uno de los hermanos de la novia y, como Alberto ya
tenía las maracas nuevamente en sus manos, pensó que era Alberto el que le
había cantado esa canción tan fea a su hermana. Empezó entonces a insultarlo y
a recriminarle lo que había hecho. Afortunadamente Alfonso Mora explicó que era
él mismo el que la había cantado, y que lo había hecho porque esa canción se
escuchaba mucho. Afortunadamente el incidente no trascendió, por lo menos para
Los Romanceros.
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