Mira que eres linda, qué preciosa eres.
Humberto
Mejía era un cliente especial de Los
Romanceros; acostumbraba llevar bastantes serenatas con el trío. Una noche del
año 1972, apareció por El Escorial, acompañado de un militar elegantemente uniformado.
Se trataba del Brigadier General Jesús Velásquez Carrillo, quien era el
Comandante de la Cuarta Brigada desde el año 1970. Querían llevarle una
serenata a la esposa del oficial, en la casa de éste situada dentro de la
brigada.
Luego
de la serenata, el comandante le pidió al trío que le cantaran una canción a
“la mujer más bella que existe”.
Abandonaron la casa, y se dirigieron hacia la
salida de la brigada, que da a la calle Colombia. Aquí es muchachos, dijo el general Velásquez,
y les señaló a una hermosa dama, sonrosada, que mostraba una dulce sonrisa y
vestía un lindo manto crema y carmelita. Llevaba cargado la mujer un niño de brazos, con coronita dorada como la de su madre, y de
mirar inteligente. El trío escogió rápidamente la canción que le dedicarían a
la señora, “Mira que eres linda”. Empezaron a cantársela de esta manera:
Mira que eres linda/ qué preciosa eres/ verdad
que en mi vida no he visto una virgen/ más linda que tú/ con esos ojazos/ que
parecen soles…
.
Y
así continuaron, con su pequeña serenata a la mujer más especial. Ese día era
la víspera de la fiesta de la Virgen del Carmen.
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