viernes, 24 de septiembre de 2010

Los comienzos 1945-1951


En octubre de 1945, se formó en Medellín el Trío Los Romanceros. Jorge Valle, primera guitarra ; Alberto González Llanos, primera voz, y Carlos Romero (Carlitos), segunda guitarra, fueron los tres primeros integrantes de Los Romanceros, como empezaron a ser conocidos.

 

La Voz de Antioquia fue el primer escenario que encontró el trío. Allí actuaron animando programas como Coltejer toca a su puertaEl hombre Mejoral. El Teatro Colombia, que acostumbraba alternar la exhibición de películas, con la actuación en vivo de conjuntos musicales, también les ofreció su escenario. Uno de los asistentes a las primeras presentaciones de Los Romanceros en esa sala de cine, fue Tulio Parra, quien años después, haría parte del trío.

 

En 1946, Carlos Romero deja el trío para regresar a su natal Cartagena, y es reemplazado por el músico caleño Julio Agudelo. Empiezan ya a aparecer en importantes círculos de la sociedad medellinense y pronto llegan a ser el trío preferido de Carlos J. Echavarría, el empresario más poderoso y prestigioso en Antioquia, y probablemente de toda Colombia, en ese momento.

 

A principios de 1947 Julio Agudelo decide volver a Cali y es reemplazado por el gran guitarrista Jaime Gallego, profesor de guitarra, y entre cuyos alumnos se encontraba Tulio Parra. Las presentaciones en residencias y clubes aumentaban cada vez. Lamentablemente,  Jaime Gallego no se sentía muy a gusto trabajando en ese ambiente, y su paso por el conjunto fue muy fugaz. 

 

A mediados de 1947, entra al trío el músico argentino Baldomero «Che» Rueda. Por esos días, un entusiasta de los tangos de Carlos Gardel contrata a Los Romanceros para una velada en el Club Unión, y, en medio de la recepción, les pide que interpreten varios de los famosos tangos del “Zorzal Criollo”. El Che Rueda se ofrece muy gustoso para esta tarea, y pasa varias horas solo, tocando su guitarra y cantando, dándole gusto al cliente, mientras sus compañeros, Jorge Valle y Alberto González, esperaban el paso de las horas en una mesa vecina. Después de esta noche, el Che Rueda empezó a considerar la posibilidad de retirarse del trío e irse a Nueva York como solista de tangos. Finalmente partió hacia los Estados Unidos, pero allí no alcanzó la fortuna que anhelaba.

 

A mediados de 1948, el Che Rueda es reemplazado por Ulpiano Morales, con quien se presentan amenizando reuniones en la casa del industrial Carlos J. Echavarría, situada en el Parque de Bolívar, y a las que asistió algunas veces el entonces Presidente de la República, Mariano Ospina Pérez. Por esta época también hicieron presentaciones en Mi Ranchito, la finca del presidente, situada en Itaguí. Es con Ulpiano Morales, con quien Los Romanceros graban en Cartagena para Discos Fuentes los que serían sus dos primeros discos. Uno de ellos contiene por un lado Serenata de amor del compositor Jaime R. Echavarría, quien dicho sea de paso, los felicitó personalmente por la interpretación tan bien lograda. Y al respaldo del disco aparece el célebre pasillo Un triste despertar. Grabaron además el vals Experiencia de Ulpiano Morales. 

 

En 1950, debido a problemas personales, Ulpiano Morales abandona el trío para dedicarse al comercio, y es reemplazado por el gran músico y arreglista Lito Paniagua. En alguna de las veladas con Lito, Los Romanceros se presentan en la velada de recepción a la Reina de belleza de Panamá. Con Lito Paniagua hacen también la grabación de su primer disco de 78 RPM en la ciudad de Medellín. El disco contiene por un lado el porro titulado El Sabrosón, que compuso Alberto González, y por el respaldo, la bella canción No me explico.

 

Al dejar el trío por problemas familiares, Lito Paniagua es reemplazado por Esnoraldo Gil en el año 1951.

 
Medellín, 1951.
 
Los Romanceros en compañía de Lucho Bermúdez.  De izquierda a derecha Esnoraldo Gil, 
Alberto González, Lucho Bermúdez y Jorge Valle. La fotografía fue tomada en la casa del 
maestro en el barrio Boston, cerca de la Iglesia del Sufragio. En esta residencia era donde 
se celebraban las tamaladas a las que asistía el tríoy que en ocasiones contaba con la 
presencia de grandes personajes de la música, como los cubanos Miguelito Valdés y 
Aselmo Sacasas.
 

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